La historia de una persona no oyente que aprendió a
oír la voz de la gente.
Reportaje a la Doctora
Cecilia Silva Flores, quien además posee una Maestría de
Rehabilitación en Salud. Es especialista en Problemas de Aprendizaje por la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Licenciada en Educación Primaria, con
especialidad en Problemas de Aprendizaje y Psicología, por la Universidad César Vallejo, con Registro de Colegio Profesional N° 3103.
Ana Cecilia Tereza Silva Flores es una mujer chinchana con discapacidad auditiva desde los siete años de edad tras afrontar una sordera neurosensorial de tipo bilateral profunda, que afectó su sentido del oído.
Ella tiene dos hermanas que si escuchan música, así como el ruido y demás sonidos, que los demás oyentes, al igual que el autor de esta nota tiene el privilegio de gozar.
Cecilia, conocida por su familia y amigos como 'Cecy', es una geminiana, nacida el 7 de junio, luchadora y tenaz, cuyo primer recuerdo de su infancia es el haber recibido diplomas, por buen rendimiento en el colegio de madres dominicas a pesar de no escuchar.
Aunque ella asegura que no tuvo ninguna dificultad en su entorno social ni con sus amigos al no poder escuchar, internamente sabe que fue difícil esa etapa, donde tenía que esforzarse mucho más que cualquier otra niña, a pesar de que su entorno de nivel socioeconómico medio alto le permitía atenuar las dificultades de no poder oír, razón por la que ella hablaba con voz muy alta, ya que no podía graduar el nivel de inflexión de la voz, y hecho que fue reconociendo a medida que veía los rostros y labios de sus interlocutores. "Intento bajar el tono de mi voz, algo que logro con mucha dificultad", nos detalla Cecilia.
Adaptarse día a día
Al conocer el diagnóstico de la sordera que afrontaba Cecilia, su madre visitó a especialistas en audiología y otorrinolaringólogos, cuyas recomendaciones y sesiones con más de 10 juntas médicas fueron atendidas escrupulosamente a fin de darle una vida inclusiva y con las características casi similares a las de una persona sin ninguna discapacidad.
La meta de Cecilia fue adaptarse al reto que significaba vivir, sobresalir, estudiar en el Centro Educativo Particular "Reyna del Santísimo Rosario, regentado por madres Dominicas de La Inmaculada, que la atendieron como una alumna sin dificultad, ya que ellas y las profesoras atendieron las indicaciones dadas a fin de que pudiera entender las clases y no convertirse en una molestia para el aula.
Le pregunto ¿Qué recuerdos tienes de esta etapa de tu vida? Y ella responde:
"Mucha capacidad de sacrificio ante los hábitos de estudio. No ver TV los días de semana y tener horario para los amigos. Fue algo que influyó en tener una vida ordenada", expresó Cecilia.
Ella asegura no haber notado acciones u actos de marginación o conductas crueles por parte de sus compañeros, por el contrario afirma que había disciplina porque antes de pasar a las aulas era obligatorio rezar el rosario ante la gruta, hecho que les dejaba sin fuerzas para tener algún problema de orden o comportamiento.
Durante su secundaria, el proceso de aprendizaje fue el similar de toda persona oyente a pesar de tener diferentes profesores, que no sabían nada de lengua de señas y con poca articulación, por lo que la necesidad y el interés por lograr comunicarse plenamente la llevaron a desarrollar la atención, comprensión, memoria, inteligencias múltiples y con su talento aprendió a "leer los movimientos de los labios de sus maestras", fue perfeccionándose hasta el nivel de poder comunicarse e interactuar hoy en día como si fuera otra persona sin ningún tipo de discapacidad auditiva. Pero eso sí, no puede perder de vista los labios de su interlocutor y la forma en que vocaliza las palabras.
Estudio y universidad
Esta etapa de su vida fue todo un reto personal para Cecilia. Aunque tenía una madre profesional y con instrucción superior, era completamente analfabeta en materia de cultura sorda.
Ella vivía siempre estudiando,
con pocas amistades. Su padre era odontólogo asimilado a la Sanidad
de las Fuerzas Policiales, y que contribuyó para hacer que ella pueda
adaptarse al nuevo entorno que le tocó enfrentar a lo largo de su vida, por ser
como dice ella: ¡Una persona
original en medio del pantano¡, por lo que muy pocas
personas supieron que era sorda total, y no existió momento alguno
que la consideraran como tal, por lo que su proceso de aprendizaje en las
universidades peruanas incluyó la Universidad Inca Garcilaso de la Vega,
Universidad Nacional Federico Villarreal, Universidad Nacional Mayor de San
Marcos y la Universidad Privada César Vallejo.
Ingresó a la Universidad en el año 1982 después de tres intentos, pero como dicen: ¡A la tercera va la vencida! Lo logró. Fue la única no oyente de su promoción, por lo que para seguir el ritmo y no perderse detalles de las clases, ella pedía a sus compañeros los apuntes, anotaba títulos e iba a las bibliotecas permanentemente porque consideraba que no era su obligación atenderla y prestarle mayor atención que le daba a sus compañeros de clases, que tenían sus propios problemas, metas y objetivos específicos.
A pesar del poco tiempo que había, ella se las ingenió para ocupar el cargo de Secretaria de Cultura del grupo " Wilhelm Wund" apoyando a Ali Arellano y José Cáceres en la UniversidadInca Garcilaso de la Vega. Además de ocupar el cargo de Vicepresidenta de la Asociación de Sordos del Perú en varias oportunidades, hasta que decidió dejarlo y dar paso a las nuevas generaciones y dedicarse a su trabajo como Psicóloga en un Centro Especial, hacer su maestría y luego el Doctorado.
Un lema
¡Mundo de oyentes y mundo sordo unidos, un ejemplo de bicultura a seguir! propone Cecilia, quien con lo que nos ha contado en estas líneas ha demostrado que no tiene tiempo para sentir miedo o frustración sino para luchar y seguir adelante y lograr sus objetivos. "Ocupo mi mente en solo llegar a la meta", expresa Cecilia, quien afirma "no me siento satisfecha con esto (lo que he logrado) porque sé que puedo dar más. Me encantaría un cargo público cuando no político. Ojalá que " las autoridades del país pongan de su parte".
Además agrega que "el ser soltera, sin hijos,
y estar siempre rodeada de personas sordas hacen que se dedique a
estudiar".
Consejos
Para la gente que tiene todos sus sentidos y aquellos que no los tienen, ella les aconseja "solo un párrafo de poesía". Y nos regala la siguiente:
Consejos
Para la gente que tiene todos sus sentidos y aquellos que no los tienen, ella les aconseja "solo un párrafo de poesía". Y nos regala la siguiente:
"Contempla la vida,
aprende a vencer y a no caer cuando tengas que saltar
Ser... y no esperes
que todo te lo den hecho, la meta te espera para triunfar
en la vida solo hay
3 cosas: estudiar, estudiar y estudiar
Acotó, que "si, en medio de las dificultades
que todos y todas pasamos.... un pensamiento me guía: "por larga que
sea la noche... el día siempre llega"