Alejandro Toledo vive su propio ‘talk show’

Crisis. El Presidente de Perú ha tenido que cambiar su gabinete para solucionar varios escándalos

Alejandro Toledo vive su propio ‘talk show’
Diciembre 21 de 2003


El presidente de Perú, Alejandro Toledo, posesionó el 28 de junio a la ministra Beatriz Merino. Pero la funcionaria debió salir del gabinete por acusaciones de haber favorecido a una novia.
Reuters / El Pais

La presidenta del Consejo de Ministros, Beatriz Merino, salió del poder bajo acusaciones de haber favorecido a una supuesta novia. El primer Vicepresidente, Raúl Diez Canseco, debió aceptar que emitió un decreto para eximir de impuestos al padre de su compañera sentimental.

Por Efrén César Vidal. Especial para El Pais. Lima, Perú
http://www.elpais.com.co/historico/dic212003/INT/11B21N1.html

En un verdadero ‘talk show’ de la política se ha convertido el gobierno del presidente de Perú, Alejandro Toledo Manrique.

Las palabras subidas de tono, los amores prohibidos, la inestabilidad, los gabinetes de cinco meses, la pugna por los puestos públicos y los favoritismos a los familiares han sido una constante entre sus funcionarios desde que asumió el poder el 28 de julio de 2001.

Pero los últimos días fueron como un capítulo del famoso ‘Laura en América’, con la entrada y salida de personajes -o ministros—, el destape de comportamientos sexuales, como el supuesto lesbianismo de una ministra, y de amantes, como la que favoreció otro funcionario.

La lista comenzó la semana pasada, cuando el Jefe de Estado pidió la renuncia de la presidenta del Consejo de Ministros, Beatriz Merino, y de todo su gabinete debido a las denuncias de corrupción e, incluso, hasta de lesbianismo que se le imputan a esta abogada de 46 años.

Según las denuncias dadas a conocer a través de diferentes medios de comunicación, Merino, cuando fue jefa de la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria, Sunat, contrató a su amiga Irma Chonati.

Las dos vivieron en la casa de la ahora ex ministra, razón por la cual se las vinculó sentimentalmente. Sin embargo, la ex jefa del gabinete ha desmentido esa versión, calificándola de ataques de grupos machistas.

Esos ataques procederían del congresista oficialista de Perú Posible, Luis Solari, quien se habría reunido con grupos vinculados a la Iglesia Católica para desacreditar en el plano sexual a Beatriz Merino.

Ella recibió un homenaje de desagravio por parte de los grupos feministas y en la ceremonia dijo que se sentía indignada por la forma poco caballerosa con que fue sacada del cargo.

Sin embargo, lo que sucedió con Merino es uno de los episodios recientes en los supuestos casos de corrupción al interior del gobierno Toledo.

Otro caso lo vivió la primera semana de noviembre el aún primer vicepresidente de Perú, Raúl Diez Canseco Terry, sobre quien pende una acusación constitucional y podría dejar vacante su cargo.

La acusación es porque emitió el Decreto Supremo 047, exonerando del pago del Impuesto General a las Ventas, como el IVA en Colombia, a las empresas que venden alimentos en el área internacional del aeropuerto Jorge Chávez.

El dispositivo legal fue considerado inconstitucional porque esas exoneraciones sólo deben ser dadas por el Congreso de la República a través de una ley o un decreto legislativo.

Lo cierto es que el funcionario promulgó el decreto con el fin de ayudar a Germán de la Fuente, quien posee un restaurante en el aeropuerto Jorge Chávez, porque este señor es padre de Luciana de la Fuente, pareja sentimental de Raúl Diez Canseco.

Lo grave no se queda sólo en esta denuncia, sino en que el alto funcionario negó los cargos y luego tuvo que retractarse ante las evidencias.

El vicepresidente Diez Canseco dijo el pasado 11 de noviembre, ante la Comisión de Fiscalización del Congreso, que sólo era amigo de Luciana. Pero una semana después fue captado por el lente de un paparazzi en una playa de Estados Unidos junto a esa joven mujer y debió aceptar sus culpas ante los medios de comunicación y el país entero.

La tercera parte de este show se ‘emitió’ el viernes pasado, cuando Toledo debió pedirle la renuncia a una ministra que tan solo demoró cuatro días.

Sin haber podido alcanzar a posesionarse, la ministra de la Mujer y Desarrollo Social, Nidia Puelles, dejó su puesto tras ser denunciada de presuntas irregularidades en anteriores cargos públicos. Su reemplazo, Ana María Romero, se instaló el mismo viernes.

El cambio se realizó sorpresivamente luego de que Puelles se vio forzada a dimitir tras denuncias que le formuló su compañera del partido oficialista Perú Posible, Enith Chuquival.

Esta dijo que en el ejercicio de otros cargos públicos, Puelles habría cobrado ilegalmente varias dietas y sueldos. Esto obligó a la Contraloría General de la República a ordenar una investigación a Puelles.



BAJA POPULARIDAD. Después de esta ola de cambios y posesiones, analistas como el constitucionalista y ex candidato presidencial por el partido Acción Popular, Víctor Andrés García Belaunde, dicen que el gobierno de Toledo “es una minitelenovela y un ‘minitalk show’”.

Las causas de esta ‘novela’, agregó a El Pais García Belaunde, son porque “no hay control de calidad ni filtros en Perú Posible y hay colleras (amigos) que trafican con los puestos públicos”.

Sobre el difícil momento que vive el Mandatario de Perú, el experto señala que “Toledo está en total desamparo dentro del partido de gobierno, tanto ética como moralmente”.

A título personal y no como dirigente de Acción Popular, el constitucionalista propuso convocar a una Asamblea Constituyente y luego a elecciones generales adelantadas, como posible solución a la que llamó “fragilidad” que presenta el gobierno de Toledo.

Y no es optimista con el nombramiento de un nuevo gabinete —con el actual presidente del Consejo de Ministros, Carlos Ferrero Costa—, porque “va a ser sietemesino al empezar remendado”.

Sobre la coyuntura política, el magister en Ciencias Políticas y profesor de la Universidad Alas Peruanas, Milton Pastor, dice por su parte que “Perú vive una crisis de gobernabilidad y no hay institucionalidad en el sistema político del país. Además, hay carencia de credibilidad y legitimidad en la clase y los partidos políticos”.

Agregó que “durante la década pasada la ciudadanía fue condescendiente frente a los actos de corrupción, pero ahora se ha tornado demasiado sensible a problemas personales como el caso de Beatriz Merino, que no es tanto un caso de nepotismo, sino un escándalo sexual”.

Igualmente, aseguró que hubo irresponsabilidad en la prensa, que antes calló ante los hechos de corrupción y ahora pretende desenmascarar todo.

Carlos Villajuana, profesor de gerencia estratégica de la Escuela Superior de Administración de Negocios para Graduados, Esan, y de la Escuela de Postgrado de la Universidad Católica de Salta-Argentina, sostiene que “el pueblo ya le perdió confianza a Toledo. El pueblo no entiende lo que quiere el Presidente. Todo lo que hace el Presidente no tiene consistencia, no tiene un norte claro como gobierno ni como partido”.

Y parece que las cifras así lo demuestran, porque una encuesta difundida el fin de semana pasado por la Universidad de Lima da cuenta que, incluso, la popularidad de Beatriz Merino bordeaba el 54,1% en comparación al poco 10,3% de Alejandro Toledo.

La labor del Jefe de Estado no será fácil en los próximos días y más si se tiene en cuenta que, como lo concluyó el sondeo de opinión, un 92,2 % de la población desaprueba a los políticos, y sólo el 4,2% está conforme con lo que ellos hacen.



Gobierno rechazó sondeo

El Gobierno de Perú rechazó un sondeo en el que el presidente de ese país, Alejandro Toledo, tuvo una popularidad del 10,3.

El portavoz de Gobierno peruano, Juan Sheput, rechazó el viernes el sondeo de la Universidad de Lima que situó la popularidad del presidente Alejandro Toledo en 10,3 puntos porcentuales, el nivel más bajo desde su investidura en julio de 2001.

“El sondeo se ha realizado en el ojo de la tormenta política y antes del nombramiento del nuevo primer ministro, Carlos Ferrero”, adujo el vocero.

“La encuesta nació muerta ya que cuando realizaron el sondeo no sabíamos quién iba a ser primer ministro. Había gran incertidumbre política y vivíamos en medio del escándalo político donde estaba involucrada la ex primer ministro, Beatriz Merino”, agregó.

La aprobación de la gestión presidencial pasó de 18 puntos porcentuales en noviembre a 10,3 en diciembre, precisó el sondeo, hecho el sábado y domingo de la semana pasada con la consulta a 518 personas en la capital peruana y en la provincia de Callao.

“Ha habido un escándalo político que ha saturado a la opinión publica, una serie de ‘dimes y diretes’ de bajísimo nivel y eso en un régimen presidencialista ha menoscabado la imagen de Toledo”, argumentó.