Toledo, en un barco que naufraga

Crisis política. El Presidente de Perú tiene una popularidad del 7%, después de haber asumido en el 2001 con un 59% de aprobación
Toledo, en un barco que naufraga
Febrero 08 de 2004


El presidente de Perú, Alejandro Toledo, parece estar en un país que se inunda de problemas y acusaciones, sin que pueda guiar el timón de su Gobierno.
Afp / El Pais

El congresista José Barba Caballero, de la alianza Unidad Nacional, dice que “si este Gobierno cae, va a ser básicamente por sus propios vicios, sus propios defectos”.

Por Efrén César Vidal. Especial para El Pais. Lima, Perú
http://www.elpais.com.co/historico/feb082004/INT/B1108N1.html

La situación política que afronta Perú es como la de un barco que se dirige a una caída y donde casi nadie apoya al capitán, en este caso el presidente Alejandro Toledo Manrique, quien ha perdido legitimidad entre la población.

Después de una tempestad de acusaciones, Toledo persiste en seguir planteando medidas populistas de la lucha contra la pobreza en medio de la incertidumbre de la ciudadanía que, según encuestas, no lo apoya sino en un 7%, cuando el 15 de agosto de 2001, después de haber asumido el 28 de julio, gozaba de un 59% de aprobación.

Una de las causas de esa poca aceptación es que no ha podido cumplir con la principal promesa cuando asumió el mandato: la lucha contra la corrupción.

Tras casi tres años, su mensaje cayó en saco roto debido a que sus partidarios y funcionarios han estado inmersos en casos de nepotismo, corrupción y escándalos que llegaron hasta los familiares del mismísimo Toledo.

A ello se suma que su ex asesor presidencial César Almeyda Tasayco, ex jefe del Consejo Nacional de Inteligencia, CNI, y hombre de confianza, tuvo vínculos con la mafia ‘fujimontesinista’, desatando una crisis que comprometió la gobernabilidad del país.

A este clima de incertidumbre se suma la posibilidad de protestas populares, porque cada vez está más inconforme esa masa de diez millones de personas que tiene el país sin empleo y en la pobreza.

Toda la historia de esta crisis política que afronta el Gobierno peruano se inició cuando el abogado César Almeyda, siendo asesor de Toledo Manrique, se reunió en septiembre y octubre de 2001 con el general retirado del Ejército Peruano Óscar Villanueva Vidal (conocido como ‘el cajero de Montesinos’), y con Percy Carrión Cevallos.

Villanueva llevaba las cuentas de los malos manejos de Vladimiro Montesinos cuando se desempeñó como jefe de Economía del Ejército peruano. Carrión era un proveedor de helicópteros y aviones durante el Gobierno de Alberto Fujimori.

El encuentro quedó al descubierto con la difusión el viernes 30 de enero de una cinta de audio en la que se registraron ‘negociaciones’ que incluían arreglos, presiones y tratativas para saber si los vocales supremos Inés Villa Bonilla, Inés Tello y Roberto Barandiarán —que investigaban a Montesinos y al general Villanueva—, eran ‘comerciables’.

Almeyda fue miembro y personero de Perú Posible, partido que lidera Toledo; mientras que Villanueva era un general prófugo de la justicia.

Luego Villanueva se acogió a los beneficios de la colaboración eficaz, pero en circunstancias extrañas se suicidó de un disparo en la boca mientras cumplía arresto domiciliario en la vivienda de su hermano, en Lima, en septiembre de 2002.

Desde entonces los hechos que eran materia de investigación giraban en torno a otros procesados en hechos de corrupción del pasado régimen de Fujimori, hasta que el domingo 25 de enero, un medio de comunicación dio a conocer una declaración jurada con la firma y huella digital del extinto general Villanueva, fechada el 19 de agosto del 2002.

En el documento, Villanueva declaraba que “había un pedido expreso” de las autoridades del Poder Judicial para que declarase en contra de la procesada Laura Bozzo, la conductora del talk show ‘Laura en América’, quien enfrenta un proceso por haber recibido supuestamente una joya de Montesinos.

La declaración fue entregada a un medio de comunicación por Miguel Salas Sánchez, conocido como el ‘agente Sun’.

Él también entregó la conversación Villanueva-Almeyda-Carrión, causante de la actual crisis en el Gobierno de Toledo y de que Almeyda cumpla ahora arresto domiciliario.

Aumentando la crisis política de Alejandro Toledo, el pasado viernes renunció al partido Perú Posible el octavo

congresista que respaldaba al Mandatario, Alcides Chamorro.
Ante todo este maremoto de descubrimientos y acusaciones, y como intentando buscar la brújula de navegación, Toledo sólo atinó a decir que Almeyda “actuó a mis espaldas”, que “la prensa corrupta distorsiona la percepción de la gente”, que era Montesinos quien seguía controlando los titulares de algunos medios y anunció su Plan Nacional para superar la pobreza.

Sin embargo, estas reacciones fueron tardías y se siguen buscando salidas que van desde una asamblea constituyente, hasta el adelanto de las elecciones generales y solicitudes para el cambio del gabinete ministerial sin militantes de Perú Posible ni de su aliado Frente Independiente Moralizador, FIM.



OPINIONES ENCONTRADAS. El director de Investigaciones del Instituto de Estudios Peruanos, IEP, el economista Martín Tanaka, opina que “por la cantidad de problemas políticos, vivimos en un permanente estado de incertidumbre”.

Agregó que “en las próximas semanas o meses se verá hasta qué punto el Presidente se verá obligado... o forzado, a ampliar la base política de su Gobierno, o si es que logrará navegar en medio de la tormenta sobre la base de la coalición política”.

Por su parte, el congresista José Barba Caballero, integrante de la alianza Unidad Nacional, una de las principales fuerzas opositoras al régimen de Toledo, acepta que “hay una mafia ‘fujimontesinista’ que conspira contra el Gobierno”, pero aclara que “el responsable fundamental de la caída de Alejandro Toledo se llama Alejandro Toledo”.

“Si este Gobierno finalmente cae, va a ser básicamente por sus propios vicios, sus propios defectos, sus propias torpezas políticas, más que por los golpes de sus adversarios o por las trampas de la mafia”, agrega el legislador en diálogo con El Pais.

Barba Caballero fue enfático al decir que de seguir así el Gobierno, “no le doy ni un año. Creo que en los próximos 45 días este Gobierno ha caído”.

Para el congresista del Partido Aprista Peruano, PAP, Jorge Del Castillo, principal partido opositor al Gobierno de Toledo, la situación del país “es de pronóstico reservado”.

“Hay una situación muy precaria políticamente. Nadie quiere afectar el Estado de derecho. El tema es que la gobernabilidad se ha deteriorado a niveles que ya implican una pérdida de legitimidad del régimen”, enfatizó Del Castillo.

Agregó que “el Presidente no ha asumido el liderazgo del país y tiene un nivel de aprobación muy precaria, que le quita legitimidad al régimen”, por lo que aseguró que una salida es la renuncia de Toledo y la convocatoria a nuevas elecciones.

Con una opinión similar, el constitucionalista Javier Valle Riestra afirmó que Perú “está al borde del abismo y hay que estar ciego para no entenderlo así”.

Y opinó que una solución para revertir esto es “una asamblea constituyente y sacar a Toledo a empellones”.

Por último, el congresista de Perú Posible, Luis Solari, quien también ocupó la Presidencia del Consejo de Ministros, defendió a Toledo e indicó a El Pais que “hay indicios” de un complot desestabilizador de sectores vinculados al “tráfico ilícito de drogas”, que pretende sacar del Gobierno al Presidente.

La razón que esgrime Solari es que “este Gobierno ha hecho una nueva estrategia que ha afectado a toda la cadena productiva” de la droga.

También afirmó que no existe una crisis de gobernabilidad en Perú, sino “una crisis mediática”, donde los medios de comunicación han asumido un rol en la arena política que no les corresponde.

Mientras siguen los apoyos y las críticas, lo cierto es que Toledo tendrá que definir en los próximos días lo que irá escrito en la bitácora de su navegación: si sigue en el Gobierno o se irá.